El
19 de noviembre de 1975 se estrenó Atrapado sin salida de Milos Forman.
Adaptación cinematográfica de la novela publicada en 1962 One Flew Over The Cuckoo›s
Nest de Ken Kesey (escritor, periodista y, fundamentalmente, figura de la
contracultura norteamericana de los años ’50 y ’60), la película fue, acaso, uno
de los últimos ejemplos del cine independiente y crìtico que Hollywood supo
hacer en los tardíos sesenta y los tempranos setenta, antes de que Lucas y
Spielberg patearan el tablero y la industria se convirtiera en un despliegue de
efectos especiales.
Ganó
los cuatro Oscar principales (película, director, actor, actriz) y pudo ser
esgrimida en el Uruguay de la dictadura como una clara metáfora antiautoritaria.
En la carrera del director
Forman, la película tiene también un significado particular. El hombre venía de
su Checoslovaquia natal, donde había formado parte del movimiento renovador de
la Primavera de Praga y debió exiliarse tras la invasión de los tanques del
Pacto de Varsovia en 1968.
Algo del espíritu contestatario que traía de su país
sobrevivió durante una parte, al menos, de su trayectoria norteamericana. Esa
obra se repasa en Sala Cinemateca.